Celtic Park era una hervidero y los jugadores de Brendan Rodgers salieron con los ojos inyectados en sangre a por la remontada.
Sin parar, las oleadas del conjunto local fueron desarbolando al Lincoln Red Imps hasta meterlos en su propia área. Cuando a los 23 minutos, Lustig conseguía igualar la eliminatoria, el mundo se les vino encima a los gibraltareños.
La presión les devoró y dos minutos después, Griffiths desataba la locura y ponía al Celtic en la siguiente ronda con el segundo tanto.
Con el Lincoln Red Imps aún en trance, llegó la sentencia. Gol de Roberts para rematar la faena en apenas media hora. El vendaval escocés había pasado por encima del sueño gibraltareño.
La segunda mitad tuvo un matiz casi de amistoso, con el control local y las ganas visitantes de no encajar una goleada mucho mayor. Tras los problemas de la ida, el Celtic, está en la siguiente ronda de la fase previa de la Champions.