El director técnico del Celtic, Brendan Rodgers, ha cambiado la metodología de juego del club escocés. En temporadas pasadas, este equipo se caractizaba por desplegar un fútbol con altas dosis de fuerza, pero lo cierto es que no ha quedado ningún resto de esa forma de procesar sobre el césped.
En esta edición de la Champions League, el Celtic es el equipo que menos faltas ha cometido con un total de 31. Además, también es el equipo al que menos cometen amonestaciones. En el pasado encuentro ante el Barcelona, al equipo escocés tan sólo le pitaron tres faltas en los noventa minutos. Se llevan el premio al juego limpio.