Pese a la insistencia de clubes europeos como Leicester, Southampton, Torino o Swansea City la directiva del Celtic se ha mantenido firme en su postura de no dejar salir a Simunovic y a Sviatchenko.
Estos defensores son importantes para el conjunto escocés, y sobre todo, para su entrenador, Brendan Rodgers, que marcó como requisitos a los dirigentes del Celtic la no salida de ambos jugadores.
Simunovic y Sviatchenko tampoco compartían la idea de salir de Glasgow, por lo que desde un principio el Celtic los tildó de intransferibles y se negó a escuchar cualquier oferta de otro club.