La UD Logroñés salió a por todas en Las Gaunas para marcar el primer tanto y encarrilar la remontada, pero un conjunto visitante serio en defensa pudo resistir las acometidas rivales. La portería de Falcón vio de cerca muchos balones que pudieron terminar en gol, pero hubo acierto y buenas actuaciones del guardameta.
Ander Vitoria destacó por su actividad a la hora de colgar balones al área. Ñoño fue un gran peligro en la zona central del campo, orquestando el juego de su conjunto, que estaba superando con creces al Hércules. Los de Lluís Planagumà aprovecharon el cansancio de los locales en los primeros 20 minutos para ir, poco a poco, ganando terreno.
Cerca del descanso, el encuentro estaba mucho más igualado. Los 'herculanos' consiguieron equilibrar la contienda y Alfaro se acercó en más de una ocasión a la portería de Etxebarria, que tuvo que actuar ante un disparo de Benja desde dentro del área que constituyó la mejor ocasión de los alicantinos en la primera mitad.
El inicio del segundo acto fue similar al final del primero. Se dio una situación de equilibrio en Las Gaunas en la que los riojanos seguían teniendo las mejores y más peligrosas ocasiones. La tensión aumentó con dos cartulinas amarillas en dos minutos para el Hércules, que frenó con faltas un par de ataques de los de Sergio Rodríguez.
Alrededor del minuto 60, los de Planagumà pudieron adelantarse en el marcador tras una doble ocasión que detuvo en ambas ocasiones Etxebarria. El guardameta realizó dos intervenciones de gran calidad para evitar que los de Alicante certificaran su pase a la siguiente fase. La más clara ocasión fue de Alfaro, que disparó casi a puerta vacía, pero el cancerbero estuvo muy rápido para recuperar el sitio.
La recta final del duelo fue un asedio de los locales, que se acercaron a la meta de Falcón de todas las formas posibles, pero la zaga alicantina defendió a toda costa su portería y mantuvo la ventaja. De hecho, por volcarse tanto en el ataque, los de Sergio Rodríguez descuidaron la zona de atrás y el Hércules tuvo un par de ocasiones claras para poner la sentencia; la mejor, de Benja, antes de que el árbitro pitara el final del partido.