Hervías y Míchel realizaron declaraciones tras el partido, y a los dos se les preguntó por el estado del césped, que de nuevo, una jornada más, dejó bastante que desear.
Pablo Hervías declinó hacer declaraciones al respecto, pero Míchel no se cortó. "Las condiciones no son nada buenas", respondió, cuando le preguntaron por el césped.
El propio entrenador, Sergio González, reconoció que al descanso el estado del césped fue uno de los temas sacados a colación por el equipo.
Lo cierto es que, pese a que el aspecto no sea malo, el césped del José Zorrilla no ha enraizado bien. Se sigue desprendiendo y los resbalones son habituales.
La situación es tal que se dice que Waldo Rubio no juega los partidos en casa porque su arranque explosivo no es compatible con el estado del terreno de juego. Jugó por última vez en Zorrilla los últimos segundos de la visita del Eibar, y antes menos de media hora contra el Atleti. Desde entonces, nada.