Hace sólo unos meses, el '23' aún alternaba el filial con el primer equipo. Acumuló 24 participaciones ligueras con el Celta, pero apenas sobrepasó los 1.100 minutos. Tras el verano, su situación cambió radicalmente.
Está a 200 minutos de igualar esa marca con sólo 13 partidos jugados. Jugó como titular la primera jornada, algo a lo que colaboró bajas como la de Jensen, que llegó con la batuta de jugador importante.
Las tres jornadas siguientes, Brais se cayó del once, lugar al que volvería en la quinta fecha. Sin embargo, tampoco obtuvo regularidad en el once hasta el noveno encuentro. Ante el Alavés, completó los 90 minutos y empezó a demostrar su nivel.
En la décima jornada, el centrocampista marcó su primer tanto del curso, sumando dos más en los tres choques siguientes. Ese excelente estado de forma le valió una llamada de Luis Enrique. Para colmo, firmó el tanto del triunfo de la Selección Española ante Bosnia en su debut como internacional absoluto.
Ni el adiós de Mohamed y la llegada de Cardoso al banquillo afectó al estatus del gallego. En el último duelo liguero, Brais volvió a brillar en el 2-3 del Celta al Villarreal. Una diana, dos asistencias y un tiro al palo reafirman que se encuentra en estado de gracia. Ahora, ante el Leganés, quiere seguir creciendo y asombrando al fútbol español con sólo 21 años, además de ampliar sus ya imponente registros (cuatro goles y cinco asistencias).