Queda media Premier por delante pero sabe ya Guardiola que no puede permitirse un tropiezo más si quiere luchar por el título. Después de pinchar contra el Newcastle, los 'citizen' afrontaban una salida complicada a Turf Moor.
El Manchester City quiso mandar desde el primer segundo de partido. Encerró a un Burnley que dejó hacer e intentó salir a la contra, pero al que no le sobraron las fuerzas en ningún momento del choque.
Le costó al conjunto 'citizen' abrir la lata, pero firmó uno de esos goles que merecen estar guardados en un museo. Se sacó Gabriel Jesus, tras una rápida contra, un golazo que besó la escuadra de Pope antes de entrar, por el palo largo y con efecto, en la portería.
El Burnley quiso seguir con el plan inicial del partido. Siguió defendiendo en su propio campo a la búsqueda de una contra que le metiese de lleno en el partido. Pero en las pocas acometidas a las que llegó al área de Ederson, el cancerbero brasileño estuvo muy atento.
El City sacó el colmillo
Salvó Pope hasta en dos ocasiones el segundo tanto del Manchester City antes del descanso, pero nada pudo hacer en la segunda mitad, cuando apareció de nuevo Gabriel Jesus, reclamando su sitio en los finalistas del Balón de Oro, para sacar la zarpa y liquidar al Burnley.
El segundo tanto del Manchester City fue demasiado para el Burnley. Con su rival en la lona, el conjunto de Guardiola pudo acabar por 'k.o' mucho antes, pero prefirió masticar el combate hasta encontrar el momento justo.
Lo hizo en una jugada 'made in Spain'. Centró Angeliño desde la izquierda, remató David Silva, pero estrelló el cuero en la defensa. El rechace le llegó a un Rodrigo que no se lo pensó y tiró un zapatazo desde la frontal que hubiese estallado el control de velocidad.
Vivió tranquilo el Manchester City en los últimos minutos. Tanto que incluso permitió a Mahrez autoinvitarse a la fiesta con un trallazo cruzado desde la frontal para firmar el 0-4.
El Burnley tiró de orgullo y honor para conseguir, al menos, un tanto en el partido. Lo hizo a través de Brady, que aprovechó la mala basculación de la defensa del Manchester City para firmar el gol del honor y acrecentar los problemas defensivos 'citizens'.