Costó más de lo esperado. Pese a que los hombres de Pep hicieron bien su trabajo para ponerse 0-2 por delante, gracias a los tantos de Sané y Sergio Agüero, el Bristol, que nunca tiró la toalla por la Copa, ofreció más guerra de la esperada.
Tanto que el Ashton Gate Stadium fue testigo de una casi remontada de su equipo digna de los mejores cines, gracias a los tantos de Pack y Flint que pusieron la igualdad en el marcador.
Pero muy poco le duró el sueño de la remontada al Bristol, concretamente dos minutos, justo el tiempo que Kevin de Bruyne tardó en poner el tercer tanto del Manchester City en el marcador, para despertar a un Bristol que se veía con posibilidades de conquistar la final.
Un tanto de De Bruyne para poner el 2-3 en el luminoso inglés y llevar la eliminitaria hasta el definitivo 5-3, un resultado que le da al City de Guardiola el pase directo hacia la final de la EFL Cup, en la que se encontrará con el Arsenal o el Chelsea.
Para el entrenador catalán de 47 años, esta es su primera final desde que lidera el banquillo inglés del Manchester City, una final que podría llevar al ex técnico del Barcelona a conseguir escribir una nueva página en la historia de los 'citizens'.