El Manchester City completó un partido más que sobresaliente en el Selhurst Park, un duelo que supo resolver en apenas un par de minutos, ante un Crystal Palace que plantó cara, pero que nada pudo hacer para perforar los tres palos defendidos por Ederson magistral.
Tras 39 minutos sin ocasiones destacadas, el conjunto de Pep Guardiola puso el 0-2 en el luminoso londinense en apenas un par de minutos, con dos contras magistrales que sentenciaron a un rival peleón hasta el último suspiro del partido.
Dos auténticos golazos acompañados de dos jugadas magistrales para ver y repetir una y otra vez, al más puro estilo Pep, dejando impotente al rival, para disfrute del amante del buen fútbol.
El primer gol llegó directamente desde las botas de Bernardo Silva, que centró perfecto desde el vértice del área derecha rival, para encontrar en Gabriel Jesus el rematador ideal. El brasileño se tiró con todo en plancha, girando la cabeza para imponerse a Wayne Hennessey con gran agilidad, acabando con la igualdad inicial en el electrónico inglés.
Con el City todavía celebrando su obra de arte, Rodrigo robó el cuero en la frontal de su área, le cedió el testigo a Kevin de Bruyne y se lo dejó a un Raheem Sterling que puso la pausa que la jugada necesitaba, esperando a David Silva, enviándole el esférico por encima de la zaga rival, para que el español la enganchara de primeras con la zurda y reventara el balón.
Una contra perfecta del Manchester City para poner en el marcador la segunda diana poco antes del término de la primera mitad, un doblete en apenas dos minutos que demostró la gran calidad ofensiva que posee el conjunto del técnico catalán.
Hennessey evitó que la victoria se convirtiera en goleada
El guardameta inglés sacó una tras otras varias manos salvadoras para el Crystal Palace, evitando que la victoria 0-2 del Manchester City se elevara hasta la goleada, con estiradas imposibles que llegaron a desesperar al conjunto rival.
Pudieron los londinenses acortar distancias en el 76', con un perfecto cabezazo de Benteke, que acababa de entrar en el partido, pero Ederson rozó el balón con la punta de sus dedos y lo envió directamente a la madera, una mano salvadora para enmarcar.
Finalmente, el crono se consumió y la alegría inundó los rostros de los jugadores 'citizens', conscientes de que el equipo volvía a ponerse segundo en la clasificación, con 19 puntos en su poder. Por su parte, los de Roy Hodgson se mantienen sextos con 14.