Desde el primer minuto se vio qué equipo iba a por el partido con más argumentos. Este no fue otro que el Manchester City, que buscó la pelota una vez tras otra y jugó a no perderla y a tocar con calma e intención.
Entre tanta insistencia, Stones remachó un centro al área para poner el 1-0 en una primer mitad que bien pudo ver tres o cuatro goles más pero que acabó con una distancia mínima en el marcador.
La justicia tardó en llegar pero acabó haciendo acto de presencia. Tras varios sustos provocados por Kane y compañía, el City golpeó por partida doble mediante Sterling y Brahim en el 73' y el 90' para certificar una merecidísima victoria.