Decepcionante. Esa es la palabra que mejor lo define. El Manchester City está a nueve puntos del Leicester, que podrían conventirse en doce si los de Ranieri ganan el próximo lunes ante el Newcastle, en el debut de Benítez.
Comenzó dominando el conjunto visitante, sobre todo gracias a la constancia de Agüero. Tuvo hasta tres ocasiones para haber adelantantado a su equipo, pero no tuvo el día. Sin embargo, la más clara de la primera mitad corrió a cargo del Norwich.
En el minuto 39, Bamford estrelló un tiro en el larguero, que sembró de dudas al City. Tembló la portería y, por alguna razón, también el conjunto de Pellegrini.
Porque en la segunda parte, todo el dominio de la primera mitad se diluyó, y dejó el mando en manos del Norwich.
En toda la segunda mitad, el Manchester City sólo dispuso de dos ocasiones de gol: un testarazo de Otamendi y un disparo lejano de Silva que ni fue a puerta.
Los cambios, ineficientes, no arreglaron nada. La Premier deja de tener un posible color azul celeste, y empieza a ser cosa de dos y medio: Leicester, Tottenham y, si no pincha también, Arsenal.