El colmo de los males

A perro flaco todo son pulgas. Al Córdoba le sale todo mal, hasta las cosas que parecen ir bien. El partido contra el Cádiz empezó torcido, y aunque mejoró, terminó peor.

Tras unos pocos minutos de tanteo, el infortunio golpeó por dos veces al conjunto califal. Las lesiones primero de Jaime Romero, en el minuto seis, y luego de Jovanovic en el 13', hicieron que el Córdoba tuviera que gastar dos cambios antes de llegar al minuto 15.

Durante lo que restaba de primer tiempo el Córdoba buscó el gol, pero el Cádiz, sobre todo con una opción de Jairo que abortó Álex Quintanilla, demostró estar muy vivo.

Mereció el gol el Córdoba, pero éste no llegó. Las ocasiones, casi todas buscando la superioridad por alto de Piovaccari, reemplazo de Jovanovic, no tuvieron premio, y el partido se fue al descanso sin goles.

Al poco de comenzar el segundo periodo, el mazazo. El gol del Cádiz. Un tanto fruto de la indecisión de delanteros y defensores, que remató Manu Vallejo para dar ventaja al cuadro cadista.

Pero la alegría le duró poco al conjunto visitante. El Córdoba se levantó tras recibir el golpe y dos minutos después Miguel de las Cuevas empató el encuentro al recoger en la frontal un balón suelto, anotando un buen gol.

Sin embargo, aunque el intercambio de golpes se alargó unos minutos más, la falta de cambios empezó a pasarle factura al Córdoba. El Cádiz sí pudo meter jugadores de refresco (lesión de Manu Vallejo mediante), y Sandoval gastó su último cambio en mandar a su equipo al ataque.

Se marchó del partido Javi Lara, entró Erik Expósito, y el Córdoba se vino abajo. A un minuto del final del tiempo reglamentario Ager Aketxe puso un balón perfecto para que Marcos Mauro adelantase al Cádiz, pero lo peor estaba por venir.

Bien entrado el partido ya en su tiempo de añadido, el propio Aketxe confirmó el triunfo de un Cádiz que ha hecho más sangre de la debida en El Arcángel.

Suma el Cádiz su cuarta victoria consecutiva, mientras que el Córdoba se hunde un poco más en la tabla y acumula su séptima derrota, la segunda consecutiva.