Aquel triunfo contra los baleares (3-1) correspondió al último encuentro de la primera vuelta, aunque la última vez que los cordobeses dejaron su portería a cero en El Arcángel fue el 13 de diciembre, cuando se impusieron por 2-0 al Llagostera en la decimoséptima jornada de la Liga Adelante.
Ahora, con el empate sin goles ante los chicharreros, el Córdoba ha conseguido por primera vez en este 2016 no recibir goles en dos partidos consecutivos, después de ganar en la anterior jornada en El Alcoraz a la SD Huesca (0-2).
A pesar de romper su mala racha en El Arcángel, el Córdoba, noveno clasificado con 52 puntos, a uno de los puestos de liguilla de ascenso, sigue siendo el peor equipo como local de la segunda vuelta y ya se ha convertido en el séptimo con peores registros en las 35 jornadas disputadas.
Estos datos contrastan con el hecho de que acabó la primera vuelta como el mejor conjunto de la competición al computar los partidos jugados en casa.
De hecho, en los dieciocho encuentros disputados hasta ahora en su estadio, el Córdoba presenta dos caras que marcan el cambio de año, ya que en los nueve que jugó en 2015 acumuló siete victorias, un empate y una derrota para sumar veintidós de los veintisiete puntos posibles.
Sin embargo, en este 2016, tras jugar igualmente nueve encuentros ante su afición, dos de ellos de la primera vuelta, su balance es el opuesto, pues ha cosechado por el momento siete derrotas, un empate -el de ayer- y la citada victoria ante el Mallorca de la primera vuelta, lo que da un parcial de sólo cuatro puntos sobre veintisiete.