Andriy Lunin se convirtió en nuevo jugador del Oviedo, equipo al que llegó en calidad de cedido después de un acuerdo alcanzado con el Real Madrid.
De esta forma, el joven guardameta puso punto y final a su etapa en el Valladolid, club en el que también se encontraba a préstamo y en el que no contó con muchos minutos, para trabajar hasta final de temporada bajo las órdenes de Javi Rozada.
A diferencia de jugadores como Achraf Hakimi, Martin Odegaard o Takefusa Kubo, que están brillando en el Borussia Dortmund, la Real Sociedad y el Mallorca, respectivamente, Lunin no termina de encontrar su sitio como cedido de los blancos.
Tras aterrizar en el Real Madrid a principios de la temporada pasada, los del Santiago Bernabéu lo cedieron inmediatamente al Leganés, equipo en el que tan solo participó en siete partidos oficiales, encajando el mismo número de goles.
En el presente curso, el joven guardameta internacional ucraniano de tan solo 20 años puso rumbo a territorio pucelano, pero tan solo participó en un par de partidos, encajando un tanto.
Unas cifras muy pobres del ex del Zorya Luhansk en la competición española y que se convierten en la gran excepción del Real Madrid, un Lunin que espera dar el gran salto en la Liga Española defendiendo los tres palos del Oviedo.