Nada más empezar el partido una mala cesión del futbolista generó una clarísima ocasión del conjunto escocés. Pese a que se asentó con el paso de los minutos, un fallo clamoroso acabó en tanto del Celtic.
Fue en el minuto 30. Martínez controló defectuosamente un balón en el área, se le escapó y Griffiths, a placer, anotó el 1-1 del encuentro. Pocos minutos después se adelantó el Barça, pero la cara de Martínez era un poema.