El Espanyol no pudo ser esta vez la némesis del Barcelona en su difícil camino hacia el título liguero. No hubo 'tamudazo' y sí un cómodo triunfo de los de Luis Enrique gracias, fundamentalmente, a los errores de la zaga espanyolista.
Los de Quique Sánchez Flores trataron de jugar como lo han hecho durante toda la temporada. Con un esquema defensivo y un planteamiento solidario que les permitiera tener alguna oportunidad al contragolpe para dañar al eterno rival.
El mismo planteamiento con el que Míchel derrotó al Barcelona en la Rosaleda, pero con el que su ex compañero Quique no pudo hincarle el diente a los azulgranas en Cornellà.
Y no lo hizo fundamentalmente por la falta de precisión de sus hombres. En la primera mitad, Jurado perdonó en un mano a mano con Ter Stegen y fue el mismo centrocampista el que le regaló -literalmente- el 0-1 a Luis Suárez.
Ambas acciones sucedieron en el comienzo de ambas partes y, entre ellas, tuvo lugar un choque bronco e igualado, como todos los que tienen lugar en Cornellà en los últimos tiempos entre Espanyol y Barcelona.
Sin apenas ocasiones, sí que es cierto que los azulgranas comenzaron a jugar mejor con el paso de los minutos. André Gomes no fue el centrocampista impreciso de gran parte de la temporada y su equipo lo notó. No tuvo la magia de Iniesta, pero por primera vez aportó algo fuera de casa en un partido de entidad.
Aparece Suárez.
El Barça, en el alambre más por el resultado que por ocasiones de un Espanyol que apenas inquietó a Ter Stegen, creció en la segunda mitad de la mano de Neymar y Messi, pero fue el tercero en cuestión, Suárez, quien abriría la lata. Jurado se equivocó en un pase atrás al portero y el uruguayo no falló en el mano a mano.
El tanto no asentó automáticamente al Barcelona y el partido tuvo unos instantes de opciones para ambos conjuntos, hasta que Rakitic sentenció en una contra magistral de Messi con un pase a la red. El tanto hacía justicia a lo visto en la segunda mitad, con un Barça que poco a poco supo cómo hacerse con el mando del partido para cosechar una victoria que necesitaba para seguir con vida.
El 0-2 sí que fue el golpe definitivo a la mandíbula de los 'pericos'. Quedaban 10 minutos y el Barça se gustó, pudiendo golear. No lo hizo, pero sí que se llevó un tercer tanto de Luis Suárez tras otro regalo de la defensa blanquiazul, en este caso de Aarón, que certifica la lucha por el título al menos durante una jornada más. ¿Quién será el primero que fallará?