La propia Delegación del Gobierno había mostrado su preocupación por este hecho, y finalmente la Liga ha actuado para evitarlo.
Los dispositivos policiales ante un partido que suele ser denominado de 'alto riesgo' no se verán afectados, por lo que todo debería transcurrir con total normalidad.
Dos años después, Betis y Sevilla volverán a verse las carasa en Primera División, y muchos años después un partido de semejante voltaje contará con la presencia de Joaquín en el campo.