Brian Fernández no jugaba un partido oficial desde el pasado 3 de junio de 2015. Unas semanas antes, había dado positivo en un control antidoping en un choque ante River.
La Conmebol no tardó en sancionarle, pero el argentino no era capaz de salir de ese submundo. Su lucha contra las adicciones era en verdad una lucha interna contra él mismo. La rehabilitación no le era suficiente.
Diego Armando Maradona intentó ayudarle el año pasado... pero sin éxito. Su paso por dos clínicas de desintoxicación le ayudaron, pero la FIFA le puso el año pasado una nueva sanción de seis más.
Este lunes, ante Independiente, Brian regresó a los terrenos de juego y firmó un auténtico golazo. El fútbol ha sido su salvación, algo por lo que siempre quiso luchar.