El regreso de Zinedine Zidane al Santiago Bernabéu ha revitalizado a la plantilla del Real Madrid, hundida y enfrentada durante el mandato de Santiago Solari que acabó sin objetivos en marzo.
Entre tantas alegrías para el madridismo, destaca la recuperación para la causa de jugadores como Asensio, Isco o Marcelo, sin minutos y castigados por el argentino pese a los malos resultados.
En el caso del malagueño, que afronta su particular pretemporada casi cinco meses sin jugar, poco a poco va recuperando el tono competitivo con el que viene deslumbrando en el Real Madrid.
No obstante, pese a no estar en su mejor momento de forma, Isco ha pasado de ser el descarte de Solari al abrelatas de Zidane en los dos primeros partidos de su segunda etapa blanca.
Del mismo modo que firmó el 1-0 ante el Celta de Vigo en el Santiago Bernabéu en su reestreno, el malagueño inauguró el marcador también en la visita del Huesca a Chamartín.
Dos goles que, sin ser de bella factura, paliaron la falta de voracidad que ha condenado al equipo durante toda la campaña y le dejó sin objetivos en el trágico mes de marzo.