Años atrás, Vélez Sarsfield era un ejemplo de institución. Las actividades sociales y el gran rendimiento deportivo en Primera División Argentina eran reflejo del trabajo estructural realizado. Pero ya hace tiempo que el ‘fortín’ dejó ese lugar de élite, evidenciando grandes conflictos internos.
Con la llegada del actual presidente, Raúl Gámez, se pudo observar la verdadera economía del club, que evidenciaba una gran deuda y ponía en peligro el normal funcionamiento. En pos de solucionar los problemas financieros, el presidente tomó la decisión de apostar a los juveniles, sin un previo proceso de adaptación a la Primera División Argentina.
Así fue como Vélez perdió jerarquía futbolística y comenzó un camino inverso al que lo había situado en la cúspide de América. La emigración de sus figuras y el debut de nuevos jóvenes fueron moneda corriente hasta el día de hoy, proceso contraproducente para los valores juveniles al colocar sobre ellos una gran presión.
En la actualidad, el club se encuentra en la 22ª posición de la Superliga Argentina, con tan sólo 17 unidades cosechadas en 15 encuentros. A su vez, el fantasma del descenso comienza a acecharlo, ya que debido al bajo promedio de los tres últimos torneos, se localiza a un puesto del descenso a la B Nacional.
La derrota del último fin de semana frente a Patronato, en condición de local, precipitó las críticas de su hinchada y generó un tenso clima que lejos está de colaborar con el difícil presente de la institución. Refuerzos de jerarquía, como Marco Torsiglieri o Mauro Zárate, han arribado a Vélez para salvar a su equipo del ocaso, pero hasta el momento esa misión no parece cumplirse.
Aquí, las estadísticas de su último partido:
#SuperligaQuilmesClásica #Fecha15 #Día2 Estos son los #DatosOficiales del triunfo de @ClubPatronatoOf sobre @Velez en el José Amalfitani #Vélez #Patronato pic.twitter.com/UnXabwwhmq
— Superliga Argentina (@argsaf) 10 de febrero de 2018