"La mejor celebración en el día de mi cumpleaños, sin duda, es sacar los tres puntos. Si es con algún gol mío, mejor; pero ganar el partido sería el mejor regalo", admitió el pichichi del conjunto vasco, aunque su prioridad también es estar con su familia en un día tan señalado.
Aduriz es como el buen vino: mejora con los años. Tiene 36 años, pero nadie lo diría: se cuida muchísimo y entrena a diario con la misma ilusión que cuando tenía dos décadas menos.
"Llevo muy bien mi edad. Al final me siento un privilegiado por estar donde estoy con esta edad y disfrutando mucho, además. Vengo muy contento todos los días a Lezama y me lo paso bien", afirmó el delantero.
"En el fútbol, y en la vida en general, se trata de pasarlo lo mejor posible y yo, de momento, lo estoy haciendo", agregó.
De todas formas, contra el tiempo no se puede luchar siempre y Aduriz es consciente de ello: "Hay momentos en los que se notan los años, sobre todo en las recuperaciones. Hay situaciones en las que tienes que dar mucho más mimo al cuerpo, pero por lo demás me encuentro bien".
"Tengo un pequeño problemilla no en la cadera, sino alrededor de la cadera, pero estoy en proceso de mejorar. A ver si de una vez por todas se pasa y puedo estar al cien por cien", comentó sobre el pequeño problema que arrastra desde Navidad.
"Estoy intentando convivir con esas pequeñas molestias; pero en el fútbol, si preguntas a cualquiera del equipo, todo el mundo sufrimos alguna pequeña molestia. Es muy difícil no tener nada", aseguró Aduriz.