Reservó a sus grandes estrellas, pero el 'Txingurri' plantó en el once titular a jugadores de segunda línea del nivel de Alcácer, Arda y Denis Suárez, además de al 'Jefecito' Mascherano. Pero se nota aún la falta de rodaje y el Barcelona acabó pagando la ausencia de tensión competitiva ante un rival extramotivado.
El Nou Stadi registró una notable entrada y los nastiqueros quisieron devolverle la confianza a la afición. Para ello, no había mejor oportunidad que la de plantarle cara al subcampeón de España. Con un esquema táctico en el que primaba la solidaridad y el trabajar en bloque, el Barcelona sufrió a la hora de sacar el balón desde el primer minuto.
De hecho, la primera mitad fue para los locales casi al completo. Su gol llegó de manera un tanto postrera, y tras dos rebotes dentro del área. Fue obra de Barreiro y, lejos de causarle relajación al club local, le animó para ir a por el segundo... pero Cillsessen no lo permitió.
Los cambios cambiaron
Valga la redundancia, la única manera de cambiar la tónica del partido era realizar un carrusel de sustituciones y Valverde se puso manos a la obra. André Gomes, Munir, Ter Stegen y Deulofeu saltaron al campo y fue este último quien revolucionó el choque.
Partiendo de la izquierda, como lo haría Neymar, fue el más activo de su equipo en una segunda mitad que sí tuvo color azulgrana. Pese a todo, el autor del gol del empate fue Alcácer con un disparo de falta en el que mezclo potencia y colocación a 10 minutos del final.
Una parte para cada uno y empate justo. El Barcelona tuvo las de ganar en las últimas jugadas... pero despertó demasiado tarde.