Mucho se ha hablado en los últimos tiempos del papel de Modric en el Madrid. Después de realizar un 2018 más que excelente, el de Zadar se llevó todos los premios individuales de ese año.
El Balón de Oro fue su conquista más importante, algo que se puso en tela de juicio. No obstante, el galardón fue más que merecido para un jugador que sufrió de lo lindo la carga de minutos entre sus piernas.
Tras la 'DecimoTercera', Modric jugó el Mundial y eso le acabó pasando factura. Su país llegó hasta la misma final, pero sin llevarse el título. Eso le privó al centrocampista el poder contar con un mayor descanso y sólo tuvo 23 días de vacaciones.
Lopetegui fue metiéndole poco a poco en el equipo y al '10' se le veía que no contaba con cierta frescura. El Madrid no encontraba a su capitán en la medular y eso era un problema bastante serio. Sin embargo, eso parece quedar ya atrás.
Llegó Solari y el croata empezó a contar con un mayor descanso para encarar el 2019 con ganas, tal y como se ha visto. Ante el Sevilla, el conjunto blanco realizó el mejor partido de la temporada y Modric fue el mejor sin lugar a dudas.
El de Zadar buscó a sus compañeros para sacar el balón e incluso no dudó en subir al ataque. Pero la cosa no quedó ahí, ya que también recuperó balones y consiguió marcar en la portería contraria. Cuando él está bien, el Madrid es otro. El '10' ha vuelto y ha dejado claro que quiere continuar.