Este viernes, el Albacete pudo decir al fin aquello de "nos hacía falta un partido así". Lo hizo en el momento propio, porque los de Lucas Alcaraz estaban con el agua al cuello y en descenso, y acabaron endosándole cuatro goles a un Zaragoza en caída libre.
Los manchegos habían encadenado cuatro jornadas sin ganar. Tres empates ante Alcorcón, Málaga y Sporting, además de una derrota contra el Elche (2-0), dejaron al 'Alba' en vigésimo puesto con 46 puntos. Una situación dramática que requería de una reacción inmediata.
Pese a las circunstancias del Zaragoza, incapaz de ganar más de dos partidos tras el parón por el coronavirus, la situación podía imponer. Pero el Albacete sacó las garras y acabó contradiciendo a sus estadísticas para destrozar al conjunto maño.
Hablamos de que el Albacete era el equipo menos goleador de toda la categoría con solo 31 tantos, dos menos que el Málaga (33) y cinco que el colista Racing (38). Y por primera vez en toda la temporada, en el momento clave, superaron sus barreras.
Hasta la fecha, el mayor resultado a favor del Albacete había sido un 2-1. El último, a domicilio el 22 de junio frente al Racing. Es decir, que no había sido capaz de superar la línea de los dos tantos.
Sin embargo, este viernes los goles de Maikel Mesa, Gorosito y el doblete de Dani Ojeda lanzaron a los de Lucas Alcaraz, que ahora marcan la permanencia con 49 puntos. Ya dependen de sí mismos, ahora falta la guinda en Carranza ante un Cádiz sin nada en juego.