El intachable currículum de David Silva quedará para los anales de la historia. Campeón de Europa y del mundo, de la Premier, de la Copa del Rey con el Valencia... pero pocos recuerdan al '21' joven y tímido que era en sus inicios. Ahora cierra el círculo con LaLiga en la Real Sociedad, pero fue en otro equipo vasco donde comenzó a crecer.
Tras ser descartado por el Real Madrid -algunos aseguran que por su poca altura-, el Valencia apostó por él. Pasó por las inferiores del conjunto 'che' hasta hacerse hueco en el filial. Pero en el ahora Valencia Mestalla no pudo explotar todas sus facultades.
Por ello, el club entendió al curso siguiente que debía salir cedido para progresar todavía más. El Eibar, por entonces en Segunda División y con Mendilibar a los mandos -al igual que ahora, fue el hogar que le vio crecer.
Se convirtió en una pieza clave para, un curso después, ganarse la oportunidad de pasar un año a préstamo -otra vez-, pero en este caso en Primera División de la mano del Celta. A partir de ahí, lo que todos sabemos: primer equipo del Valencia, éxitos, fichaje por el City, más éxitos...
Pero esta vez toca recordar una anécdota que ni el Eibar ni Mendilibar olvidarán. Un ideal que llevó a un chico de -por entonces- 19 años a hacer algo que a día de hoy, como pasa en muchos partidos, parece impensable, casi de locos.
En mayo de 2005, en un partido con el Eibar frente al Lleida, el equipo vasco entraba en las últimas jornadas de Liga -en ese caso era la 35- con serias opciones de ascenso a Primera División. Y ese encuentro ante el club catalán era clave.
Con el empate a uno y con un Lleida con dos futbolistas menos por dos expulsiones, Silva tuvo la oportunidad de poner el 2-1 final en el 92' después de plantarse casi en el interior del área. Para sorpresa de todos, el de Arguineguín vio que Bruno Saltor, por entonces en el Lleida, se quedó tendido en el césped dolorido por un golpe. Silva, lejos de aprovecharse de esa ventaja, decidió tirar el balón fuera.
"Tuve la ocasión porque Bruno, el lateral, no estaba en su sitio, así que creo que hice lo correcto. El público entenderá que jamás puedo chutar estando el rival en el suelo", dijo por entonces el canario.
Ni siquiera el propio Mendilibar, su entrenador, se lo podía creer. "Tendrían que hacerle un monumento...", bromeó. El Eibar ese día perdió dos puntos y, en la clasificación final de esa temporada, no entró en la tercera posición, que en esa época daba el billete a Primera, por solo tres puntos...
Más de 15 años después de aquello, la Real Sociedad es ahora el equipo privilegiado de disfrutar de un David Silva experimentado y triunfador, con muchísimos títulos a su espalda y tras terminar una etapa en la Europa League. Y el destino ha querido que el '21', en la cuarta jornada, se mida al Valencia, el equipo que le dio tanto y que entendió, a la perfección, que primero antes de triunfar en el conjunto 'che' debía salir cedido. Y en Eibar nunca olvidarán esa decisión...