La naturaleza no tiene rival y este domingo volvió a demostrarlo en la jornada del Clausura Colombiano.
Y es que el encuentro entre Unión Magdalena y Junior de Barranquilla tuvo que ser suspendido por las inclemencias del tiempo.
Una gran tormenta, acompañada de una lluvia torrencial, convirtió el campo en una auténtica piscina, haciendo imposible que se pudiera jugar.
Ante esta situación, el colegiado decidió suspender el partido, cuya segunda parte se disputará este lunes.
29 de septiembre de 2019