Se llevan los tres puntos los locales y al Valencia le esperan dos semanas de mucho trabajo, ya que todavía no ha conseguido sumar ningún punto en la Liga, algo que aumentará el enfado de sus aficionados.
Todo apunta a que Ayestarán no podrá volver a contar con Alcácer y Mustafi, a pesar de que aseguró que ambos jugadores seguirían en el equipo. Especialmente dolorosa será la marcha del atacante para su afición, que ha visto en el día de hoy que necesita, y pronto, un ataque de garantías.
Una primera parte plagada de ocasiones para el Valencia
Y es que los visitantes, a pesar de disfrutar de un dominio absoluto en el primer tiempo y contar con numerosas ocasiones de estrenar el marcador, no han sido capaces de materializar ninguna de ellas. Santi Mina ha tenido hasta dos ocasiones clarísimas, inmejorables, pero ha perdonado. De hecho, el Valencia podría haberse ido al descanso fácilmente con una ventaja de tres goles.
Abdennour, que ha tenido un partido para olvidar, también pudo haber adelantado a su equipo en la primera mitad. El Eibar, por el contrario, invitaba al pesimismo, tras el acoso de Santi Mina.
Sin embargo, la diferencia entre el ataque y la defensa del conjunto 'ché' era notable. Atrás no había seguridad y ya se podía temer que el Valencia podía pagar caro haber desperdiciado tantas y tan claras ocasiones de gol.
Reacción del Eibar en el segundo tiempo y caída libre del Valencia
Pero el Eibar no iba a estar dormido todo el partido y la segunda parte fue completamente diferente. Con el partido más igualado y varias llegadas de los armeros al área de Ryan, el árbitro pitó penalti.
Abdennour hace mano y, si bien fue involuntaria, si cortó la trayectoria del balón y no estaba pegada al cuerpo. Pedro Léon fue el encargado de ejecutar la pena máxima y puso de relieve, de nuevo, que el Valencia tenía una nube negra encima. El guardameta 'ché' paró el lanzamiento, pero el mismo Pedro León aprovechó el rechace y marcó.
Lo que tanto había temido la afición del Valencia se hizo realidad: el Eibar se puso por delante, a pesar de que los de Ayestarán habían tenido el doble de oportunidades y mucho más claras.
A falta de 20 minutos para el final del encuentro, los visitantes empezaban a mostrar ansiedad por finalizar las jugadas de manera más individual. Lo cierto es que Santi Mina, el mejor de su equipo a pesar de los fallos, estaba muy enfadado y el equipo no estaba sabiendo reaccionar.
El nerviosismo se hizo aún más presente en la defensa 'ché', aunque hay que destacar a Abdennour para mal, pero también se extendió al resto del equipo. El Valencia se vino abajo y acabó el partido sumando bastantes errores.
En la próxima jornada, el Eibar visitará al Granada y el Valencia recibirá al Real Betis.