El hambre de los atacantes y Beñat fue suficiente para que los puntos se quedaran en Bilbao. El 3-1 no refleja lo sucedido sobre el césped del templo rojiblanco, pero no le falta gol al Athletic. Y en muchas ocasiones eso basta.
El Eibar mostró oficio y claridad de ideas. Donde no llegaron Laporte y compañía, llegó Kepa. El guardameta sostuvo al Athletic cuando con 2-1 apretaba el conjunto armero. El Athletic sentenció sobre la bocina con un último latigazo de Muniain.
Athletic y Eibar se dedicaron a tantearse mutuamente hasta que Beñat agarró el balón en una falta desde la frontal. El centrocampista puso el balón en la escuadra derecha de Riesgo. Imparable.
El tanto no descompuso al conjunto de Mendilibar. Controló al Athletic, pero no pudo con un imponente Williams, que emuló a Gareth Bale, arrasó por la izquierda y tiró de calidad para definir.
El Eibar rozó el empate
Los armeros no están cerca de Europa por casualidad. Saben lo que quieren hacer y cómo hacerlo. A base de fútbol y empuje embotellaron al Athletic y llegó el premio en forma de gol de Enrich.
Tuvo Inui el empate en sus botas y Kepa evitó el segundo tanto visitante con una buena mano abajo. Del 2-2 se pasó al 3-1 definitivo cuando Beñat echó a correr por la banda y se la regaló a Muniain para que sentenciara.
El 3-1 no hace justicia al buen papel del Eibar, pero Beñat, Williams y Muniain fueron leones hambrientos difíciles de detener. En definitiva, indomables para el Eibar.