Todo parecía de color de rosa para el Alavés en los primeros minutos de partido. Primero falló Borja Bastón una clarísima cuando no se había alcanzado el primer minuto. No tardó en adelantarse el cuadro 'babazorro', que seguía en la cresta de la ola tras el gol de Manu García, con el VAR como protagonista para confirmar que no hubo fuera de juego.
Fue la primera de las cuatro ocasiones en las que Iglesias Villanueva tiró del videoarbitraje en el choque. No tuvo una buena mañana el colegiado, que se vio sobrepasado por un partido vibrante desde el primer hasta el último minuto.
Si el VAR fue determinante para dar validez al gol de Manu García, también lo fue para la expulsión de Duarte. El lateral del Alavés derribó a Joan Jordán en la frontal. En una jugada propia de los Hermanos Marx, Iglesias Villanueva pitó primero falta fuera del área. Tras un segundo lo metió dentro y, tras varios minutos revisando el VAR, señaló la infracción fuera y la roja para Duarte.
Con diez, el Alavés tuvo que rearmarse en defensa. Perdió por lesión a un Tomás Pina que vuelve a arrastrar problemas físicos. Abelardo se vio, en apenas unos minutos, con un jugador menos y con dos cambios hechos.
Apretó el Eibar, consciente de que en la recta final de la primera parte tenía la oportunidad de dar la vuelta al marcador. Se estrelló hasta en tres ocasiones con la madera antes de marcharse a vestuarios.
Pese a tener un hombre más, los de Mendilibar perdieron el 'punch' en los primeros minutos de la segunda mitad. El Alavés se estiró y comenzó a rondar el área de Dmitrovic, que volvía tras lesión. Cuando todo el mundo miraba hacia la banda, Iglesias Villanueva se llevó la mano a la oreja.
De nuevo apareció el VAR para cambiar el guión del partido. El colegiado fue avisado de una posible acción de roja, se fue hacia la televisión; le echó la amarilla por protestar a De Blasis y posteriormente lo expulsó por un pisotón que no había visto.
Lejos de amilanarse, el Eibar se echó hacia adelante a pesar de estar con diez. Introdujo Mendilibar a Cucurella para dar más profundidad a la banda izquierda y por allí llegó el empate. El lateral recortó y se la puso a Joan Jordán en la frontal para martillear la portería de Sivera.
El físico dijo basta con respecto pasaron los minutos en Ipurua. Los dos equipos estaban vendidos, esperando a que Iglesias Villanueva pitase el final del partido. Solo una acción aislada, en un córner, evitó el reparto de puntos. Jordán centró y Diop, libre de marca, ajustició a un Alavés que pagó muy caro el haberse quedado con uno menos durante cuarenta minutos.