Las ciudades de Zamora y Benavente celebraron la pasada noche de forma contenida el ascenso del equipo de fútbol del Zamora CF a Segunda B y del conjunto de fútbol sala del Atlético Benavente a Segunda División.
En ambos casos se han tenido en cuenta las recomendaciones de distanciamiento social y aunque se han juntado pequeños grupos de aficionados para festejar los ascensos lo han hecho sin aglomeraciones y en la mayoría de los casos con mascarillas y respeto a las distancias de seguridad.
En la capital zamorana, la afición atendió al llamamiento previo del equipo rojiblanco para que no se acudiera a la fuente de la plaza de la Marina, lugar habitual de celebración de los triunfos deportivos, a festejar el ascenso.
En la zona únicamente se pudo ver a grupos aislados de no más de una decena de personas que no llegaron a juntarse entre ellos.
También hubo afluencia de aficionados, aunque no masiva y con mascarillas, en el entorno del parque de San Martín, próximo a establecimientos hosteleros en los que se congregaron grupos de aficionados a ver a su equipo.
En Benavente, el equipo local de fútbol sala jugó en casa pero a puerta cerrada y en las inmediaciones del pabellón de la Rosaleda se congregaron, aunque con espacio entre ellos, casi un centenar de aficionados al término del encuentro.