Segunda División recuerda día tras día que nadie es invulnerable. Cada partido se mueve en una cornisa, en diferencias mínimas capaces de romper todo. Y que por mucho que sea la categoría de plata, el espectáculo espera en cada rincón.
Almería y Elche protagonizaron un auténtico partidazo en el Juegos del Mediterráneo donde el cuadro ilicitano arrebató el liderato a los rojiblancos. Vuelve el Cádiz, al que se le atribuía una crisis, a lo más alto. Y el equipo de Guti, que estaba lanzado, vuelve a ver la matrícula de los amarillos.
Los almerienses eran conscientes de que tenían toda la presión encima y salieron a por todas. Durante la primera media hora, el conjunto andaluz las tuvo de todos los colores: tres estuvieron en pies de Darwin Núñez y otra más en los de Appiah.
Respondería el Elche en el 33' con un pase de la muerte de Yacine desde la derecha que ni Verdú, ni Fidel acertaron a encontrar, pero entonces Maras cometió penalti sobre el de Cartagena. Dos minutos tardó el VAR en decidir, pero finalmente se señaló y Fidel lo lanzaría algo flojo, ante lo que respondió Fernando para despejar.
Se lamentaba el cuadro ilicitano, pero minutos después llegaría otro palo para el Almería con la expulsión de Darwin Núñez por segunda amarilla. Se fue llorando el uruguayo mientras Guti se comía al cuarto árbitro.
El marcador no se movería hasta la segunda mitad. El Elche abrió el marcador a la hora de partido con un envío de Qasmi desde la izquierda que Fidel embocó a gol para resarcirse del penalti. Se rompía así la igualdad en un partido donde Fernando mantenía vivo al Almería.
Pere Milla sentenció en el 88' en un saque de esquina lanzado por Fidel. Había tenido sus opciones el Almería con un remate franco de Juan Muñoz y un intento de Jonathan en el área, pero la inferioridad hizo mella.