Nadie en Perú ni en Colombia deseaban el empate en Lima. En principio, un punto no contentaba a nadie, pero la sucesión de resultados llevó el jolgorio a tierras colombianas y peruanas. Los de Pékerman se colaron en el Mundial de Rusia, mientras que la tropa de Gareca disputará la repesca con Nueva Zelanda.
El miedo a la derrota fue el denominador común de una primera mitad austera en cuanto a ocasiones. Los porteros fueron meros espectadores, aunque Falcao se quedó a un palmo en el 20 de embocar un buen centro de Zapata.
Fue prácticamente el único buen intento de Colombia, mientras que Perú apenas lo probó con lanzamientos lejanos que no obligaron a nada a Ospina.
James, Guerrero, las dudas y la emoción
Lo mejor estaba guardado para la segunda mitad, en la que pasaron muchas cosas. Ni 10 minutos habían pasado cuando uno de los hombres que estaban bajo el foco se hizo protagonista por derecho propio.
Ahí estaba James, perdido en Alemania pero héroe para su país. Fue el gol de la pillería y de la astucia. Falcao bajó un balón a trompicones y, tras varios rechaces, llegó James desde atrás para mandarla al fondo de la red con su pierna derecha. Ese gol ponía a Colombia en el Mundial y dejaba a Perú sin nada.
Pero Pékerman quiso amarrar y lo que consiguió es que Perú se viniera aún más arriba. Necesitaba una bocanada de aire el cuadro de Gareca... y se la proporcionó Guerrero.
Aunque el hombre clave del gol peruano fue Ospina. Guerrero se confundió y chutó a puerta un libre indirecto, pero el guardameta colombiano tocó el balón antes de que entrara y eso dio validez al tanto. Un error grosero que le pudo salir caro a Colombia.
Pero nadie en Lima se lanzó a cuchillo a por su rival. Los resultados en otros campos sonreían y, con el pitido final en Brasil, tanto Perú como Colombia tenían motivos para festejar. Unos tendrá una última oportunidad, mientras que los 'cafeteros' encontraron la alegría del año en la última jornada.