Estaba el partido al rojo vivo, y Marcos Mauro se encargó de terminar de incendiarlo. El Cádiz, después de estar casi una hora jugando con 10, logró empatar el partido en el minuto 84.
Los nervios estaban a flor de piel, y en el 87' ocurrió la jugada que dinamitó lo que le quedaba de noble a este partido. Despejó la zaga 'bermellona' un balón al centro del campo, y saltaron Álex López y Marcos Mauro a pelearlo.
El delantero del Mallorca se adelantó a su rival, y se llevó el balón con el pecho. El central cadista ya había saltado, pero nada hizo para no arrollar a su rival. Peor aún, había saltado con las botas en plancha. Y atropelló al jugador mallorquinista.
Le propinó una auténtica 'patada voladora' en la zona de las lumbares que dejó a su rival tendido en el suelo, retorciéndose entre evidentes muestras de dolor. Arcediano Monescillo no lo dudó y mostró la segunda roja directa de la noche, dejando al Cádiz con nueve jugadores.
Y, pese a todo, los de Álvaro Cervera (también expulsado), pelearon, con dos menos, hasta el final un partido que por momentos soñaron con ganar.