Ganar o perder. Todo o nada. Sin grises. El SPAL ha jugado seis partidos, ha ganado tres y ha perdido los otros tres. No es habitual que se de este equilibrio tan perfecto, pero habiéndose jugado sólo seis jornadas es algo que entra dentro de los parámetros normales.
El SPAL ha perdido sus dos últimos encuentros, y ha perdido de golpe ese estatus de equipo revelación, pues llegó a estar segundo tras tres jornadas.
De hecho, el cálculo probabilístico de la clasificación final no deja en buen lugar a los de Ferrara: serán antepenúltimos y bajarán. Pero hasta entonces hay treinta jornadas con las que revertir la situación.
Y empieza este lunes, en la visita al campo de la Sampdoria, el Luigi Ferraris. Y se da la circunstancia de que el conjunto genovés es el opuesto al SPAL en lo que a resultados se refiere.
Porque si tras seis jornadas éstos llevan tres victorias y tres derrotas, la Sampdoria lleva dos de cada. Dos tipos de equilibrio, aunque el del modesto club de Ferrara renta más en cuestión de puntos, claro.