A los 'toffees' les fue suficiente con una gran primera parte para solucionar la papeleta. Su gran ataque encarriló el encuentro bien pronto para que en el resto del choque pudieran dedicarse a controlar al rival.
El primer gol fue obra de Keane, que a la media hora de partido cabeceó un centro desde la izquierda. El jugador mandó el esférico al fondo de la red, colocando el 1-0 en el luminoso para el Everton.
15 minutos más tarde, Gueye puso el 2-0 en el marcador tras un fallo defensivo del Hajduk Split. El balón le llegó a Rooney, que asistió al goleador para que batiera a placer al guardameta rival.