"Un partido normal, tuve un encontronazo con un jugador al que acabaron expulsando. Después de eso, le hacen una falta a un compañero y voy a ayudarlo. De repente noto una patada en la espalda y caigo desplomado. Noté que no podía mover nada... sólo un brazo. Sabía que eso no podría ir bien", explicó con un tono serio en declaraciones para 'SER'.
Para Sánchez es difícil hablar sobre todo esto, pero no le queda opción, pues aún sigue involucrado en el tema por motivos de justicia: "Estuve 8 meses ingresado y por ahora, después de tres meses, no he vuelto a tener contacto con el agresor. De hecho, él dijo que no había sido... pese a pasar ese fin de semana en el calabozo. Ahora seguimos a la espera de un juicio que aún no se ha producido. Es un proceso lento, pero no he reconocido disculpa alguna".
"Era soldador y estaba estudiando. Acababa de sacarme un grado superior y jugaba al fútbol, a pádel y hacía senderismo. Ahora tengo una pequeña movilidad pero soy totalmente dependiente y lo que quiero es dar este mensaje para concienciar a los deportistas más jóvenes", explicó sobre cómo era su vida antes y cómo es después de lo ocurrido.
Pero, como todo lo malo tiene también su parte buena, Raúl está aprovechando su sufrimiento para tratar de evitar que vuelvan a ocurrir más cosas así: "Me di cuenta que en las noticias no paraban de salir agresiones en el campo, en las gradas y en todos lados. A mí me gusta el fútbol y al ver estas cosas después de todo, me puse malo, por lo que quise, con un amigo, iniciar un proyecto para promover los valores de este deporte entre los más jóvenes".
"Queremos grabar un documental de cómo le cambia la vida a una persona que va a hacer deporte un día y acaba con una lesión así, sobre todo, para hacer conciencia a todos los clubes y a los jugadores. Porque siempre vemos estas cosas de lejos, pero a todos nos puede pasar", continuó explicando.
Pese a todo, este luchador reveló que nunca ha dejado de gustarle el fútbol: "Hace unas horas estaba viendo el Alavés-Sevilla, yo amo este deporte y nunca voy a despegarme de él".
Sus mayores deseos respecto al incidente son claros: "Quiero que se haga justicia. Que cada persona tenga sus responsabilidades... yo ahora tengo unas necesidades que cubrir y quiero que se cumpla la ley. No quiero pedir más ni menos, sólo quiero justicia".