El partido empezó mal para el Lyon, que a pesar de jugar en casa ante un rival que se encuentra por debajo en la clasificación de la Ligue 1, recibió el primer tanto del encuentro.
Ludovic Ajorque hizo el primero desde los once metros y adelantó a los de Luarey en el marcador, pero el conjunto local la iba a tener muy clara para empatar la eliminatoria.
El colegiado del encuentro pitó penalti favorable a los de Bruno Génésio y la grada se relamía ante la posibilidad del 1-1. Nabil Fekir, estrella del que fuese campeón de la Copa en 2005, envió el balón muy lejos y desaprovechó la oportunidad.
Aun así, los locales iban a conseguir el empate al poco de la reanudación (49') gracias a una buena asociación entre Depay y Traoré que el futbolista nacido en Burkina Faso envío al fondo de la red.
Con el 1-2 definitivo, anotado tres minutos después de la igualada, los aficionados del Parc Olympique Lyonnais se apagaron y con ellos sus jugadores, impotentes ante el juego desplegado por el Estrasburgo.