Todos los habitantes y la isla en sí siguen peleando por recuperar la normalidad. El daño fue desastroso y las cicatrices continúan más que abiertas. A través del fútbol pueden olvidar, al menos durante una hora y media, tanto dolor.
Las selecciones de Saint Martin y Sint Maarten han jugado estos días sus primeros partidos de la Liga de Naciones CONCACAF, lo cual ha supuesto que vuelvan a competir tras seis y dos años, respectivamente.
Se trata de los dos los conjuntos más débiles del fútbol mundial, aunque en este caso el balón trasciende lo deportivo para convertirse en una vía de escape para una isla que ha sufrido toda una devastación.
Hasta 77.000 habitantes de la isla fueron damnificados, 41.000 en la zona holandesa y 36.000 en la francesa.