En aplicación ya en las categorías de benjamín e infantil de todas las islas, el programa Punto de oro intenta prevenir la violencia en el fútbol implicando a los entrenadores de los equipos y a las propias familias de los jugadores.
En ese espacio, los entrenadores podrán ayudar a mediar con los aficionados y familiares de los jugadores, para mejorar la convivencia y erradicar cualquier comportamiento violento.
De hecho, sus normas de funcionamiento habilitan al árbitro para suspender el encuentro si considera que, a pesar de la mediación, el ambiente en las gradas no es el adecuado.
"El Punto de Oro pretende que nuestros niños y niñas sean felices jugando al fútbol y que no vean empañado este disfrute por culpa de alguna reprobable conducta violenta", resumió el director general de Deportes del Gobierno canario, José Francisco Pérez.