En muchas ocasiones, la sinrazón gana la partida a los valores más arraigados del fútbol, los que nunca deben desaparecer. Un deporte que debe servir como ejemplo para los niños. En Ferro Río Gallegos, de momento, no pierden el rumbo.
Su equipo infantil disputó la final del campeonato local ante Chacarita de Comodoro Rivadavia, al que derrotó. El equipo perdedor quedó tocado y sus pequeños jugadores no pudieron evitar las lágrimas aún a pie de pista.
Lo que ocurrió después conmueve a cualquiera. Mientras los chicos derrotados no encontraban consuelo, el equipo ganador se acercó integrante por integrante a consolar a su rival. Emocionante.
"Gran gesto de los chicos de Ferro, que inmediatamente terminado el partido fueron a consolar a los chicos de Chacarita", escribió el club reivindicando la actitud de sus jugadores.