No todo puede ser bonito en el fútbol. Hay felicidad cuando ganas, pero también lágrimas en el momento en el que no consigues el triunfo o una clasificación.
En el caso de Independiente, el 'Rojo' festejó su pase a los cuartos de final de la Sudamericana después de perder en el campo de Universidad Católica (3-2).
El global de la eliminatoria terminó 2-3 en favor de los de Beccacece, que estuvieron contra las cuerdas con uno menos en la parte final del partido. Sufrieron como nunca y celebraron como nunca.
El partido arrancó con la iniciativa de los ecuatorianos, que en el 17' igualaron la serie tras el penalti convertido por Vildes, que aprovechó el penalti que cometió Franco a Wilson Chala.
Hasta ahí todo bien, pero la cosa se complicó con la expulsión de De los Santos. Dos amarillas en 25 minutos acabaron dejando con uno menos a los locales, que se complicaron la vida mucho.
A pesar de ello, el 'Camarata' no se vino abajo y siguió buscando el gol que lo pusiera por delante en la eliminatoria. Independiente jugaba con fuego y no se quemó de puro milagro
De la remontada... a pedir la hora
El 'Rojo' adoptó una postura de defensa hasta que Martín Benítez, ya en el segundo tiempo, ejecutara un gran remate de cabeza para firmar un 1-1 que el árbitro consultó con el VAR.
Católica recibió un duro golpe y aún más con el segundo de su rival. En el 71', el 'Tucu' Hernández recibió un pase en profundidad y batió con total tranquilidad a Galíndez.
A pesar de tenerlo casi todo controlado (porque Beccacece lo tenía), la cosa cambió completamente en la recta final. En el minuto 79, Wilson Chala igualó a dos y metió el miedo en el cuerpo a Independiente.
Su equipo estaba a dos goles de la clasificación y tenía tiempo para darle la vuelta a la eliminatoria. El 'Rojo' estaba encerrado completamente y cometió una serie de fallos que casi le costó el pase a cuartos.
Campaña 'cantó' y un rival no marcó de milagro, mientras que Wilson Chala sí que acertó en el 92' para poner el 3-2 y quedarse a un solo gol de la clasificación. Finalmente, el sufrimiento de los de Beccacece bien mereció la pena porque por el valor doble de los goles su equipo está en la siguiente ronda.