Con el partido de Europa League a la espalda y la presión del descenso en la cabeza, el Getafe protagonizó una de las mayores sorpresas del fin de semana.
La Real Sociedad empezó como un tiro el encuentro, como suele hacerlo en lo que va de temporada. De hecho, se adelantó a los cinco minutos por mediación de Mikel Merino.
Caer en Sevilla no pareció afectar a un conjunto 'txuri-urdin' que tenía a mano colocarse en segundo puesto, al menos de manera provisional, a la espera de saber el resultado del Barcelona-Sevilla.
Portu volvió a la titularidad y se ensañó con Nyom en la primera jugada. Llegó a línea de fondo y puso un centro estupendamente cabeceado por un Merino que llegó libre de marca.
La Real empezaba a manejar los hilos del encuentro, a la par que Oyarzabal y Odegaard empezaban a aparecer con asiduidad. Sin embargo, el Getafe no se vino abajo por ese tempranero tanto.
Casi a la media hora de encuentro, Portu partió en fuera de juego y envió para Monreal, cuyo gol fue anulado. Hasta el descanso, el dominio vasco fue evidente. El Getafe aguantó los golpes.
Tras el paso por vestuarios, la salida de Kenedy y la expulsión de Llorente determinaron el choque. El central de la Real Sociedad vio la segunda amarilla tras tocar un balón azulón peligroso al espacio. Fue clara.
Poco a poco, el Getafe fue encerrando a una Real que no se resignaba a ceder terreno y aprovechaba la insistencia de Odegaard para mantener la posesión y respirar con él.
Pero, en el 69' de partido, un gran centro de Damián, un desmarque de Jaime Mata y un mejor remate del '7' se convirtieron en el tanto del empate getafense. Lo más justo viendo la segunda mitad.
Bordalás volvió a influir. Ángel salió al campo y fue determinante de nuevo al cazar un balón en el área y ceder para el tanto de Maksimovic. La Real Sociedad, impotente y hundida, pierde una oportunidad de oro ante un Getafe descarado.