El Getafe es uno de esos equipos de autor esculpidos a imagen y semejanza de su entrenador. Pepe Bordalás solo quiere soldados y cada vez que su equipo salta al campo tiene once prestos y dispuestos con otros siete en el banquillo aguardando a su oportunidad. Ante el Ajax, y pese a perder (2-1), los azulones fueron capaces de completar su obra.
Gustará más o menos, pero la fórmula funciona. En Holanda, desde luego, no es que haga mucha gracia. De Jong ya calentaba el ambiente desde Barcelona y en el Johan Cruyff Arena solo había hostilidad y más hostilidad. Un entorno donde los azulones han demostrado moverse como pez en el agua.
Los de Erik ten Hag se llevaron el partido, pero no la eliminatoria. El Ajax se quedó corto ante un Getafe que puso todo lo que estaba en su mano y un poco más allá para dejar atado su pase a los octavos de final de la Europa League.
El plan del Ajax empezó a satar por los aires desde muy pronto con un gol de pizarra clásica: saque de banda de Olivera, balón al área de Deyverson y Jaime Mata mete el cuerpo para remachar, favorecido de un rebote, ante Onana. Y era el minuto cinco de partido.
Responderían los holandeses inmediatamente después para mantener viva su ilusión. En el 10', Van de Beek se revolvió fantásticamente en el área y sirvió a la llegada de Danilo Pereira al segundo palo. Remachó el joven brasileño, que ya empezó con sus mas y sus menos con David Soria.
El empate del Ajax sería el inicio del plan del Getafe, que fue a lo suyo y consiguió desesperar al máximo al conjunto 'amsterdammer'. Incluso Ten Hag se dejaría llevar por la tensión y acabó encarándose con un José Bordalás que entretanto aprovechaba para calentarle la oreja a los suyos cada vez que podía.
El Getafe pudo sentenciar
Mientras jugaba sus cartas, el cuadro azulón no le perdió la vista a la portería rival. De hecho, y pese a los lamentos del Ajax, lo tangible es que el Getafe disparó hasta en tres ocasiones al palo. Tres balones contra la madera que habrían servido como sentencia a estos dieciseisavos de final de la Europa League, pero no entró.
Los dos primeros llegaron de seguido y cerca del descanso. El primero, de Olivera, que cabeceó al travesaño un córner. Y casi en la siguiente acción, dentro del mismo minuto, Deyverson hizo temblar la portería de Onana con una volea a centro de Nyom que se estrelló en el palo largo por el exceso de rosca.
Fueron dos avisos que mantenían vivo al Ajax, enredado entre toque y toque en el perímetro del área getafense. Dispondrían de llegadas tímidas como un cabezazo de Tadic a centro de Promes, entrado en el descanso para agitar, y los de Ten Hag se encontraron el 2-1 a balón parado. Sería a la hora de partido, en una falta lateral que Eiting colgó cerrada y que tocó en la testa de Olivera para sorprender a Soria.
Con el 2-1, el Ajax quiso meter una marcha más, pero Maksimovic aprovecharía los espacios para colarse a la espalda de la defensa, meter la puntera ante el guardameta... y mandar otro balón al palo. Era el tercero del partido y el conjunto holandés trataba de continuar como si no hubiera ocurrido nada.
Aguantó bien el Getafe, que entre los disparos a la madera y su manera de gestionar los minutos nunca llegó a sentir el peligro en el cuerpo. Tampoco en el añadido de seis minutos donde Onana se atrevería a subir al córner ya definitivo. El Ajax necesitaba dos goles más que no llegaron para regocijo de José Bordalás y esa ciudad al sur de Madrid que sueña con Europa.