Kevin Rodrigues acababa de marcar el tanto del empate ante el Real Madrid. La alegría se desbordó en las gradas, y en la supletoria instalada en uno de los fondos, el que ocupó Rulli en la primera parte.
Sin embargo, la alegría cesó de golpe cuando se detectó que algo pasaba al pie de esa grada supletoria, de apariencia extraña en un campo de Primera División.
Alguien yacía tumbado al pie de la misma, junto a una de las cámaras ahí instaladas. Las celebraciones provocaron que una de las vallas publicitarias al pie de la grada cediera, con tan mala fortuna que aplastó al operario de cámara que ahí se encontraba.
Las asistencias entraron y atendieron al trabajador, y se lo llevaron en la camilla portátil. Su pierna izquierda se encontraba inmovilizada, pero el operario tranquilizó al personal al despedirse levantando el pulgar.
La mala fortuna, pero también una pésima planificación, han enviado a un trabajador, Manuel González, al hospital por la falta de previsión de la Real Sociedad.
El partido estuvo detenido varios minutos, aunque Anoeta consideró que el colegiado no los compensó con el descuento.
Operador de cámara, profesión de riesgo. #MovistarPartidazo pic.twitter.com/5p7qLoXmMP
— Casa del Fútbol M+ (@casadelfutbol) 17 de septiembre de 2017