Lo anotó Rubén García en el minuto 31 y, al ser el único del partido, fue el de la victoria. El mediapunta aprovechó una asistencia de Jordi Calavera y nada más pasar el balón la línea de gol, subió sus brazos.
Con los índices señalando al cielo, saltó varias veces. Dedicó el gol a Quini, la leyenda del Sporting que falleció hace unos días en Gijón. Sus compañeros también se unieron al homenaje emulando la celebración.
Acto seguido acudieron a la banda y mostraron una camiseta del equipo en la que estaba grabado un "siempre Quini".