Era el minuto 48 cuando sucedió una jugada que nadie se esperaba y que llevó de los rumores en la grada a una mezcla de desconcierto y de alegría.
La Selección de Chile atacaba por la banda derecha hasta que el balón llegó a una jugadora en el interior del área, que armó el disparo sin pensarlo.
El balón se estrelló en el poste derecho de la portería de Boonsing y salió fuertemente rebotado hacia la pierna de la portera con la mala suerte de que acabó dentro.
Boonsing habría pensado que esa pelota iba fuera y ni tan siquiera se tiró al suelo, pero su reacción también fue tardía a la hora de intentar para el rechace.