Sosa aún debe estar preguntándose qué se le pasó por la cabeza para dejar completamente vacía la portería, mientras Barrientos adelantaba el balón y se disponía a poner en problemas al cancerbero.
El jugador visitante anduvo listo y, tras otear el horizonte y no dar con ninguna jugada mejor, intentó un imposible que, en esta ocasión, acabó convirtiéndose en realidad.
4 de mayo de 2018