Un error del Shakhtar, quizá el único grosero cometido hasta ese minuto, lo convirtió en oro el City. Un robo en el centro del campo y un contragolpe corto, aprovechando que medio Shakhtar estaba saliendo de su campo.
El balón le terminó llegando a Kevin de Bruyne quien, completamente solo en la frontal, se animó a probar fortuna y marcó un verdadero golazo ante el que Pyatov sólo pudo hacer la estatua. Nadie le hubiera criticado si hubiera aplaudido al belga, porque el gol es para quitarse el sombrero.
Kevin De Bruyne’ün müthiş golü. pic.twitter.com/6qz0wR2Zye
— Owl Press Video (@owlpressvideo) 26 de septiembre de 2017