Aunque ha estado deambulando por Segunda B y Segunda hasta su ascenso este pasado año a Primera, lo cierto es que el Mallorca se codeó durante muchos años con la élite.
No solo en España, donde llegó a ganar títulos como la Supercopa de España o la Copa del Rey, sino también en un Viejo Continente en el que su nombre sonó con mucha fuerza en el tramo final de los 90 y principios de este siglo.
La historia en Europa del Mallorca refleja dos históricas participaciones en la Champions League (en las campañas 1999-00 y 2001-02) y otras tres en la Copa de la UEFA (hoy conocida como Europa League).
Sin embargo, su momento de mayor protagonismo lo vivió en una competición ya extinta y que fue, hasta su desaparición, la segunda en importancia: la Recopa de Europa.
Ese torneo era disputado por los campeones coperos de las distintas federaciones y, en el caso de que el ganador se ghubiera clasificado para la Champions, por el subcampeón.
Los orígenes de esa final
Fue el caso de un Mallorca que en la campaña 1997-98 alcanzó la gran final de la Copa del Rey ante un Barcelona de Louis van Gaal que selló ahí su doblete.
La decepción, pese a todo, le valió el billete a Europa a un Mallorca que, ronda a ronda, fue dejando en la cuneta a todo aquel que se cruzaba en su camino.
El Hearts (en dieciseisavos), el Genk (en octavos), el Varteks Varazdin (en cuartos) y el Chelsea (semifinales) dijeron adiós a manos de un equipo de leyenda.
Aquel conjunto, dirigido por Héctor Cúper, contaba con jugadores de la talla de Carlos Roa, Ariel Ibazaga o Vicente Engonga. También estaban dos recién llegados como Miquel Soler y Dani García Lara que vivieron un auténtico sueño de lo más inesperado.
"El objetivo a principios de año era la permanencia en Primera, no llegar a la final de la Recopa", comentó el ex delantero español en una entrevista concedida a 'Panenka'.
"La pretemporada fue muy mala, no le ganábamos a nadie, pero el triunfo en la Supercopa contra el Barça lo cambió todo. Ahí explotamos", explicó, por su lado, el zaguero.
Ambos jugadores fueron piezas vitales del equipo esa temporada y disputaron desde el inicio la gran final de la Recopa ante la imponente Lazio.
El camino hasta Birmingham
"El camino a la final fue muy complicado. Comenzamos contra el Hearts, cuyos futbolistas nos sacaban una cabeza", recordó Dani. "Y lo increíble es que allí marcamos a balón parado", detalló por su lado Soler.
"El más complicado fue el duelo ante el Chelsea. Era un privilegio jugar en Satmford Bridge ante el campeón. Tenían un equipazo con Zola, Babayaro, Desailly, Vialli...", recordaron ambos jugadores.
Pese a ello, contra todo pronóstico, el equipo superó ese escollo y llegó al duelo decisivo ante otro rival temible y que partía como favorito, tal y como demostró desde el inicio.
Aquel equipo tenía a enormes estrellas como Mihajlovic, Nesta, Almeyda, Mancini, Stankovic, Nedved, Salas o Vieri. Precisamente este abrió la lata nada más comenzar en un remate en el que Roa pudo hacer algo más.
"Si Carlos se hubiera quedado en la porteróa la podría haber parado hasta con el pecho, pero al salir dejó descubierto el palo largo y...", analizó el zaguero.
Pese a ello, todo cambió antes de la media hora. Dani García empató en el minuto 11 y Sinisa Mihajlovic vio la cartulina roja en el 22', por lo que todo se puso de cara para el Mallorca.
Una gloria esquiva
El empate no se movió del electrónico con el paso de los minutos y la prórroga aparecía en el horizonte. Un tiempo extra que, sin duda, beneficiaba al cuadro balear, pero que nunca llegó.
Y es que Pavel Nedved, en el minuto 80, puso el 2-1 que condujo a la gloria eterna al conjunto de Roma y dejó con las miel en los labios a un Mallorca que ya se veía con el título.
"Ellos estaban más desgastados, jugaron mucho tiempo con diez. Habíamos merecido ganar, pero acabó pesando su mayor experiencia", lamentó Dani.
"Si no llegan a tener la suerte de anotar ese gol, el partido se hubiera ido a la prórroga y ahí seguro que lo ganábamos", sentenció por su lado Miquel Soler.
La Recopa viajó de este modo desde Villa Park, sede de la final, a Italia, pero en el corazón y el recuerdo de toda Mallorca su equipo fue el campeón aquella noche.