No es la primera vez que ocurre. Hay un futbolista haciendo buena temporada pero no posee mucho glamur mundial. Existen informes favorables en Chamartín, pero falta un golpe definitivo, un lacre de calidad.
Ya hay un precedente, de hecho, con Keylor Navas. A pesar de acumular intervenciones espectaculares, jugaba en el Levante y en la selección de Costa Rica. Nada que ver con los fichajes de Zidane, Beckham, Figo, Cristiano... Pero a base de buenas paradas, acabó llegando al Bernabéu.
Y es que lo puede ocurrir con Alisson, que fue decisivo en la eliminatoria contra el Shakthar Donetsk para que la Roma avanzara ante los cuartos de final. El Camp Nou no es sólo un gran escaparate; el aluvión de tiros a puerta que se espera por parte de los azulgrana será la gran oposición que pasará el arquero brasileño ante los ojos de Florentino Pérez y el mundo.
A sus 25 años y tras una gran temporada, el portero brasileño se encuentra en un momento óptimo para dar el salto a un grande. Y puede que lo mejor que le haya ocurrido, de cara a fichar por el Madrid, es haber quedado emparejado contra el Barça en la mejor competición de clubes.